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PARQUE REGIONAL DEL SURESTE

 

Objetivos:

  • Identificar los distintos tipos de rocas que componen nuestro entorno físico, y conocer su importancia para nuestra sociedad (Geodiversidad-Recursos-Riesgos).
  • Obtener una perspectiva temporal sobre los procesos geológicos y las diferentes litologías, y cómo se relacionan con el paisaje.
  • Conocer las principales métodos de documentación geológica, familiarizándose con el trabajo real de la Geología y el método científico.

Edad: Educación Secundaria (15-18 años) – Duración: 180-240 min – Grupos: 25-30 alumnos – Monitores: Dos geólogos.

 

Material: Mapas, brújulas, lupas, material didáctico.

Metodología: Se combina una metodología activa y heurística, en el que el campo se convierte en el mejor de los laboratorios.

Introducción:

Rivas-Vaciamadrid posee un entorno natural privilegiado, el 74 por ciento del término municipal se incluye dentro la del Parque Regional del Sureste, en la confluencia entre los ríos Jarama y Manzanares.  El Patrimonio Natural de este espacio reúne desde la biodiversidad de las riberas fluviales, hasta la geodiversidad que guardan los cantiles de yeso y caliza esculpidos por la incisión fluvial.

Rivas-Vaciamadrid se sitúa en el corazón de la cuenca sedimentaria del Tajo. Esta cuenca se encuentra rodeada por importantes relieves como el Sistema Central, la Cordillera Ibérica, los Montes de Toledo y la Sierra de Altomira, y se ha ido rellenando gracias a la erosión de estas cadenas montañosas, desde el final del Cretácico, cuando se originó la cuenca, hasta la actualidad. Dentro de la cuenca del Tajo, los sedimentos se distribuyen concéntricamente. Los sedimentos detríticos gruesos junto a las áreas fuente (sierra de Madrid), los sedimentos detríticos finos (arcillas y limos) en las zonas de transición,  y en el centro de la cuenca los sedimentos químicos de naturaleza evaporítica y carbonatada (yesos y calizas), que son los que se encuentran de manera dominante en el entorno de Rivas-Vaciamadrid. Esta secuencia se superpone hasta en cuatro ocasiones (unidades tectosedimentarias). La primera data de Paleógeno, y las tres restantes del Mioceno (unidades inferior, intermedia y superior) con una edad que abarca desde los 23 a los 5 millones de años.

Durante este largo intervalo de tiempo Madrid fue un escenario bien distinto del actual. Entonces, era habitual encontrar pastando, en las inmediaciones del inmenso lago que se extendía en el centro de la cuenca, a manadas de rinocerontes o antílopes, los antepasados de las jirafas todavía no tenían los cuellos que hoy les permiten llegar a las copas de los árboles, y los mastodontes (proboscídeos, primos de los elefantes) eran los únicos mamíferos, que gracias a su tamaño se encontraban a salvo de terribles depredadores, como los Amphicyon, de aspecto parecido a lobos y osos, y cuyo peso podía sobrepasar los 300 Kg. Las faunas de estos periodos tuvieron que adaptarse a importantes cambios ambientales, que han quedado reflejados en las rocas que hoy podemos observar en la región.

Posteriormente, al terminar el Mioceno, la cuenca sedimentaria se abrió al mar, gracias al vasculamiento hacia el suroeste de la Península Ibérica, debido a los movimientos tectónicos de las placas Euroasiática y Africana, y el lago dejó espacio para que se instalara la red fluvial actual, que durante el Plioceno y Cuaternario modelaron el terreno generando los relieves actuales. Finalmente, el Cuaternario ha sido testigo de la llegada del ser humano, produciendo sobre el entorno profundos cambios, tanto en la fauna como en el la flora, y el entorno.

La salida de campo consta de varias paradas por el Parque Regional del Sureste, en la zona de Rivas- Vaciamadrid (Madrid), para observar puntos de interés geológico. En cada una de estas paradas se hace partícipe a los alumnos para que trabajen por sí mismos, como auténticos geólogos. Se les presenta la gran variedad de trabajos que se desarrollan en esta profesión, y la importancia de los mismos. Se les propone que imaginen que trabajan para una empresa que les pide determinar si un afloramiento calizo, presente durante el recorrido de la excursión,es rentable para su explotación. De esta manera, los alumnos realizan problemas geológicos concretos, siendo capaces de comprender representaciones gráficas geológicas como columnas estratigráficas y cartografía, con la realización de cortes geológicos sencillos.

Además, se les muestra el entorno cercano desde un nuevo punto de vista, haciéndoles conscientes de los procesos geológicos que han generado el actual paisaje, mediante la observación general y concreta, con el uso de sencillos modelos en plastilina.  De esta forma se consigue la motivación del alumnado, y derribar prejuicios negativos sobre la Geología, como la dificultad que entraña la percepción de procesos geológicos que, a simple vista, pueden parecer complejos, si no se buscan en la misma naturaleza.

EDUCACIÓN SECUNDARIA

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