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Sobre la nueva clasificación propuesta para los Dinosaurios

Hace un par de semana hemos tenido una de las noticias que más revuelo ha causado en la paleontología en los últimos años. Baron, Norman y Barret han publicado un artículo en la prestigiosa revista Nature, en la que aportan una nueva hipótesis sobre las relaciones filogenéticas de los dinosaurios.

Durante los últimos 130 años se ha clasificado a los dinosaurios por los huesos de su cadera en dos grupos principales, Saurisquios (que incluye a Terópodos y Saurópodos) y Ornitisquios, los primeros con una orientación anterior del pubis, excepto en los terópodos avianos donde el pubis rota hacia la parte posterior, y los segundos con el pubis orientado posteriormente paralelo al isquion.

Clasicamente se han aportado muchos datos que han venido apoyando este esquema, y las pruebas en contra eran explicadas mediante la convergencia evolutiva, como la tendencia en algunos terópodos a tener el pubis orientado posteriormente, o la perdida derivada, como las plumas en los saurópodos, ya que se han encontrado protoplumas tanto en terópodos como en ornitisquios basales.

En la nueva clasificación, basada en 457 características de 75 especies principalmente del Triásico y Jurásico, Terópodos y Ornitisquios se agrupan, dejando a  un lado a Saurópodos, que curiosamente pasan a estar más relacionados con los Herrerasaurus que con el resto de dinosaurios. Esta clasificación parece sostener mejor el caso de la convergencia en la forma de la cadera en Terópodos y Ornitihisquios, así como la aparición de plumas o protoplumas en ambos grupos. Una consecuencia de la nueva clasificación, es que la definición de dinosaurio que actuamente se usa ¡¡¡dejaría fuera a los Saurópodos!!! por lo que los autores redefinen el término de forma que es válido para ambas clasificaciones como el grupo que incluye al Tricerratops, Diplodocus y Passer domesticus. También retoman el termino Ornitoschelida propuesto por Huxley en 1870, para agrupar dinosaurios con patas traseras con características semejantes a las de las aves, como Megalosaurus e Iguanodon, que incluiría a Terópodos y Ornitisquios.

Sin embargo no todo el monte es orégano, y a la vez que se solucionan algunos aspectos surgen otros problemas importantes, como el caso de la neumatización de esqueleto postcraneal en Terópodos y Saurópodos, que con la antigua clasificación era un carácter heredado, y ahora sería convergente. Otra cosa que resulta sorprendente es  la relación entre Saurópodos y los Herrerasauridos que hasta ahora se clasificaban como Terópodos basales.

Como veis las distintas clasificación resuelven ciertos problemas, pero generan otros nuevos, por lo que ahora tiene que ponerse a prueba, con nuevos descubrimientos, incluyendo especies que no han sido tenidas en cuenta en el trabajo, y comprobar si la propuesta sigue siendo coherente.

En cualquier caso, y al contrario de lo que mucha gente piensa, el cambio en las clasificaciones, en las teorías, o incluso paradigmas en ciencia no supone ningún problema. El conocimiento crece por adición constante y prolongada en el tiempo, pero también está sujeta a cambios paradigmáticos, a nuevos modelos que hacen que los datos disponibles encajen mejor, la ciencia por fortuna siempre está por hacer.

Para profundizar en el tema recomendamos ver y escuchar:

El Pakozoico

Dinobusters

Referencias:

Baron, M.G., Norman, D.B., and Barrett, P.M. (2017). A new hypothesis of dinosaur relationships and early dinosaur evolution. Nature, 543: 501–506. doi 10.1038/nature21700

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